Como parte de una visita histórica al Área Europa Norte de la Iglesia, el élder Gary E Stevenson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, acompañado por su esposa, la hermana Lesa Stevenson, se reunió con misioneros y miembros locales en Reikiavik, Islandia. Esta fue la primera parada de una gira por tres países que incluyó Edimburgo (Escocia) y Northampton (Inglaterra).
No son frecuentes las visitas de líderes de la Iglesia mundial a la “tierra de fuego y hielo”, como se ha descrito a Islandia, y la visita del élder Stevenson generó una gran expectación entre los miembros de la Iglesia del país, que proceden de diversos orígenes.
Los primeros misioneros que predicaron el Evangelio de Jesucristo en Islandia fueron Guðmundur Guðmundsson y Þórarinn Hafliðason. Aquellos misioneros eran islandeses que se habían convertido poco antes en Dinamarca y regresaron a su patria en 1851. Tras la muerte de Þórarinn, Guðmundur siguió predicando durante casi dos años y, en 1853, a pesar de la continua oposición, organizó una rama en las Islas Vestman.
Aunque había islandeses que seguían uniéndose a la Iglesia, la emigración a Norteamérica a veces dejaba Islandia sin ramas establecidas. Con frecuencia, los conversos recientes lideraban la Iglesia con la ayuda de los miembros islandeses que regresaban como misioneros.
La obra misional en Islandia se interrumpió al comienzo de la Primera Guerra Mundial. Al final de la Segunda Guerra Mundial, la Iglesia reconstruyó lentamente su presencia en Islandia. Unos militares estadounidenses estacionados cerca de Keflavík formaron una pequeña congregación en 1945 y empezaron a predicar el Evangelio.
Varios misioneros de la Misión Dinamarca Copenhague fueron reasignados a Islandia en 1975 y al año siguiente se organizó una rama en Reikiavik. En 1977, el élder Joseph B. Wirthlin dedicó Islandia para la predicación del Evangelio. El élder David B. Haight visitó Islandia y dedicó un edificio para su uso por la Iglesia en 1983. Seis semanas más tarde, la Iglesia fue reconocida formalmente en Islandia cuando el élder Robert D. Hales visitó el Ministerio de Religión y Justicia.
El Libro de Mormón se publicó en islandés en 1981. En octubre de 1989, el élder Russell M. Nelson visitó Islandia e invocó una bendición apostólica para que Islandia fuera “un faro para toda Europa”.
El primer centro de reunions construido en Islandia se dedicó en 2000. En 2002, el presidente Gordon B. Hinckley fue el primer Presidente de la Iglesia que visitó Islandia.
Actualmente, en Islandia hay casi cuatrocientos miembros de la Iglesia y cuatro ramas, en tres lugares de la isla: la Rama Akureyri, la Rama Selfoss, la Rama Reikiavik 1 y la Rama Reikiavik 2. La Rama Reikiavik 2, una congregación hispanohablante que está creciendo rápidamente, se organizó hace tres años para responder a las necesidades de los recién llegados a Islandia procedentes de
Latinoamérica, especialmente de Venezuela. Estas congregaciones diversas incluyen a miembros de la Iglesia de muchas partes del mundo y forman una comunidad muy unida. Reconocen que “[t]ambién el cuerpo tiene necesidad de cada miembro, para que todos se edifiquen juntamente, para que el sistema se conserve perfecto” (Doctrina y Convenios 84:110).
El 7 de septiembre de 2023, el élder y la hermana Stevenson, junto con el élder Alan T Phillips, de la Presidencia del Área Europa Norte, y los líderes de la Misión Dinamarca Copenhague, el presidente Leif G. Mattsson y la hermana Eva Ringheim Mattsson, organizaron un almuerzo especial en el centro de Reikiavik para los misioneros mayores y jóvenes.
El élder Stevenson enseñó acerca de Predicad Mi Evangelio, una guía para el servicio misional. “Todos ustedes han sido divinamente llamados y perfectamente situados”.
“Alza tu corazón y regocíjate, porque la hora de tu misión ha llegado” (Doctrina y Convenios 31:3). El élder Stevenson añadió: “Y recuerden, por favor, que esta es una obra de gozo. ¡Nunca se desanimen! Todos somos hijos del Padre Celestial. Y el Padre Celestial conoce y ama a Sus hijos. En Predicad Mi Evangelio (2.ª edición, página 26) se nos dice que enseñemos con inspiración y que enseñemos lo que nos dicte el corazón. El Espíritu, enseñando a otro espíritu, superará todas las barreras lingüísticas en nuestra obra”.
El élder Stevenson concluyó dando un poderoso testimonio del Salvador.
Más tarde, ese mismo día, en un devocional especial en la hermosa capilla islandesa ubicada cerca de Reikiavik, los santos se reunieron para disfrutar de la hermandad y escuchar los mensajes inspiradores del Evangelio de Jesucristo. La reunión estuvo disponible en línea y se tradujo al español y al islandés.
El Presidente Leif G. Mattson, presidente de la Misión Dinamarca Copenhague, habla en la capilla de Reikiavik, en Garðabær. “Islandia es una tierra de fuego, es una tierra de humo, es una tierra de volcanes […]. Todos necesitamos un poco de fuego en el corazón”, dijo, y se refirió a Juan el Apóstol, que quiso quedarse en la tierra para salvar almas y, debido a este deseo, Jesucristo dijo que lo haría como llama de fuego. “Por lo tanto, Él está aquí para ayudarnos, y todos necesitamos fuego en el corazón para recoger a los elegidos. Esta es la obra del Señor y es imparable. Y, por lo tanto, ¡nosotros somos imparables!”.
El élder Alan T. Phillips, de la Presidencia del Área Europa Norte, dijo: “Puedo ver que ocurren milagros en Islandia […]. Veo el comienzo de algo muy, muy especial”. Y añadió: “Tenemos que velar los unos por los otros y cuidarnos los unos a los otros”. Luego declaró: “Somos hijos de un amoroso Padre Celestial, que nos ama a cada uno de nosotros. Este ha sido un mensaje que se ha compartido durante muchos, muchos siglos. Ahora vemos que Dios tiene en cuenta a todos los pueblos, sea cual sea la tierra en la que vivan; que Sus ‘entrañas de misericordia cubren toda la tierra’ (Alma 26:37)”. Tenemos que acercarnos al Padre Celestial, “hablar con Él, orarle a Él y escuchar; de verdad, de verdad escuchar’”, añadió.
El élder Stevenson comenzó su intervención recordando su primera visita a Islandia: “Gracias por estar aquí esta noche. ¿No es impresionante? La tierra del fuego. Me gusta eso. Estamos agradecidos de estar aquí con ustedes. Lesa y yo estuvimos aquí solo unas veinticuatro o treinta y seis horas hace muchos años. Estábamos recién casados; era 1982 y tuvimos la oportunidad de estar en Islandia. Recuerdo que mientras caminábamos por las calles aquel día conocimos a varios misioneros y, si no recuerdo mal, caminamos hasta un lugar que estaba cerca —puede que fuera un local alquilado—, para ver el sitio en el que los santos se reunían para adorar. Y así, unos momentos después de nuestra llegada, hace ya muchos años, conocimos a misioneros y Santos de los Últimos Días [locales]. Vamos a estar aquí más o menos el mismo tiempo, pero estamos encantados de poder estar con ustedes, hermanos y hermanas, y sentir su espíritu”.
Relató el progreso histórico de la Iglesia en Islandia y explicó que informaría sobre esta reunión al presidente Nelson, que estaría especialmente interesado, ya que el entonces élder Nelson visitó Islandia en el año 2000. En 2002, el presidente Gordon B. Hinckley fue el primer profeta que visitó Islandia. “Y no ha sido sino hasta ahora que un miembro de los Doce ha sido lo suficientemente bendecido como para poder venir y visitarlos aquí. Por lo tanto, informaré directamente al presidente Nelson de que pude reunirme en Sion, con santos de Sion. Este es el sentimiento que tengo en mi corazón, estando aquí con ustedes, que son uno en corazón y voluntad. Sus vidas están centradas en Jesucristo, haciendo todo lo posible por seguirlo a Él. Sion está en este lugar en el que se encuentran ustedes. Y yo me siento agradecido de estar con ustedes reunidos en Sion”.
El élder Stevenson transmitió los saludos del presidente Nelson y describió que, cuando los líderes principales de la Iglesia se reunieron el jueves para su reunión en el templo, el presidente Nelson dijo: “En unos días, el 9 de septiembre, cumpliré noventa y nueve años”.
Y continuó: “Así que el sábado celebraremos el cumpleaños número noventa y nueve de nuestro querido profeta, el presidente Russell M. Nelson. Él es dinámico, enérgico y entusiasta. Es el profeta viviente sobre la tierra hoy en día. Les doy mi testimonio de ello”.
El Apóstol expresó su gratitud por estar con el presidente y la hermana Mattsson, “que los aman tan profundamente. Tuvimos la oportunidad de estar con ellos durante unos minutos y con los misioneros asignados a servir aquí. Hablan con mucho cariño de las experiencias que están teniendo con ustedes.
“No esperaba ver algo tan hermoso como lo que encontramos aquí, al reunirnos en Islandia, para ver esta maravillosa congregación con su hermosa diversidad”, dijo el élder Stevenson. “Reunirnos como Santos de los Últimos Días, con los corazones entrelazados, es lo que hacen los santos de la Iglesia restaurada de Jesucristo. Y eso es lo que sentimos”.
“Tanto si Islandia es su país natal, como si se encuentran aquí, sin haber esperado nunca venir desde Venezuela, y ahora viven en Islandia, o [son de] Ghana, de Nigeria o de donde sea, Dios los tiene presentes”, declaró el élder Stevenson. “Él está al tanto de los que están en las altiplanicies de Bolivia o en las llanuras del Serengueti (en Tanzania, África), o en México, o en China […]. Dios está al tanto de cada uno de nosotros. Eso significa que Él está pendiente de ustedes. Eso significa que Él tiene presente a sus hijos y a sus seres queridos. Él los conoce y los ama; ustedes son Suyos y Él es de ustedes”.
“Y así, hermanos y hermanas, con respecto a las cosas que conocemos, sabemos que habrá desafíos, angustia y aflicción. Podrían ser cosas relacionadas con nuestra salud. Podrían ser asuntos familiares que parezcan muy, muy profundos y casi insuperables. Podría tener que ver con el trabajo o la profesión. Sea lo que sea, en la mortalidad encontraremos desafíos y aflicciones. Lo que he descubierto es que, en realidad, nadie es inmune a esto […]; [pero] el Evangelio de Jesucristo nos bendecirá […], sean cuales sean las cargas o aflicciones que tengamos, mientras perseveremos hasta el fin”.
La congregación se alegró cuando el élder Stevenson compartió el tiempo que tenía invitando a su esposa, la hermana Lesa Stevenson, a dirigirse a la congregación. Ella habló de este pasaje de las Escrituras: “¿Habéis recibido su imagen en vuestros rostros?” (Alma 5:14).
El élder Stevenson concluyó ofreciendo “una bendición para cada uno de ustedes esta noche. Una bendición para ustedes y para sus familias, para sus seres queridos, para sus hijos, para su posteridad. Que ustedes lleguen conocer, que ellos lleguen a conocer, la Expiación de Jesucristo, la veracidad del Evangelio de Jesucristo, incluso aquellos de ustedes que están aquí aprendiendo, que están escuchando. Nuestros amigos a los que se está enseñando: que a medida que oren y lean las Escrituras, la Biblia y el Libro de Mormón, con verdadera intención, se les manifieste la veracidad de ello. Les ofrezco esta bendición y este testimonio, y lo hago en el santo nombre de nuestro Señor y Salvador, sí, Jesucristo. Amén”.
Los miembros expresaron su agradecimiento por el Espíritu que sintieron y los mensajes que escucharon de las autoridades visitantes. Ceriel Almarza dijo: “Sé que estoy en la Iglesia verdadera. También sé que todos los líderes son escogidos por inspiración del Padre Celestial”.
María Ángeles Peinado dijo: “Sé con todo mi corazón que el Padre Celestial nos ama, que envió a Su Hijo Unigénito para dar Su vida por cada uno de nosotros y darnos la oportunidad de regresar a Su presencia, gracias a Su Expiación”.
Jared y Ester Gerhardsson dijeron con entusiasmo: “Nos encanta ser miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, ya que hace que nuestra familia esté más unida. Y estar en Islandia nos ayuda a apreciar la belleza de la creación de Dios”.